LOS  ZAPALLOS

La mejor libertad de expresión es el pizarrón de cemento.

Los muros y los tapiales jamás cobraron el espacio.

Y no tienen pauta oficial.

En los inicios de la Patria fue el tizón.

Luego vino el engrudo y el papel.

Los siguieron la tiza y el carbón.

Después fue la pintura.

Hoy es el aerosol.

Es el pizarrón de cemento el que siempre habló por el pueblo.

Emma Goldman, escritora anarquista, murió en 1940.

Pero sigue viva gracias a las manos anónimas

que la mudaron del cementerio a las paredes,

citando su tratado socio-político de un solo verso:

“Si El Voto Cambiaría Algo, Sería Ilegal.”

Se escribieron cientos de libros de sociología política.

A Emma le bastaron dieciséis silabas.

El voto no cambia nada de esencia ni de raíz.

Nacen distintos dirigentes pero de la misma matriz.

Papá Sistema no atiza fuegos que le quemen el culo.

¿Ejecutivo? ¿Legislativo? ¿Judicial?

Poderes de galerías de arte: están pintados.

El Único Poder Es El Poder Económico.

La Ley Del Billete hace y deshace a sus anchas.

Reglamenta el juego, te marca la cancha.

Pierden los honestos, ganan los villanos.

El capital cambia de guantes pero no de manos.

Porque el voto es para castigar, no para elegir.

Se vota en contra De, y no a favor De.

Cada elección es para echar al que está,

que por H, por B, o por el abecedario completo

nunca se le acomodan Los Zapallos en el carro.

Cada gobierno tiene sus zapallos y su chofer.

Pero es El Dueño Del Carro quien elige el camino.

Es urgente que el pueblo tenga sus propios Carro y Chofer.

Solo así podrá elegir su camino, 

y allí los zapallos se acomodarán solos, o no.

Mientras La Ley Del Billete sea El Dueño Del Carro

los zapallos solo sirven para morderse entre ellos

y pelearse por un lugar de privilegio en el viaje.

La democracia representativa solo representa al poderoso.

La democracia es un negocio de mucha demanda

en la cual solo el Poder Real puede comprar las ofertas,

cuyas promociones son irresistibles:

Tres tiros por Diez en diputados, como en el parque.

Dos por Uno en senadores, como en el cine.

Comprando un gremialista al segundo lo pagás la mitad, como en el Súper.

Sobornando diez periodistas te reintegran el 40%, como en la app.

Y el pueblo ve pasar las ofertas con el bolsillo agujereado.

Para el pueblo la democracia es testimonial.

La política se transformó en un artículo de consumo.

Los presidentes se eligen por Tik Tok.

La salud es un privilegio.

El que tiene va a una prepaga. El que no tiene va al cementerio.

La educación es contención.

Importa mas el comedor escolar que el profesor de historia.

La economía es el infierno del pobre que vive buscando el mango

y es el paraíso del monopolio que tienen la sartén por el mango.

Los medios de comunicación son “un servicio a la comunidad” cuando informan el pronóstico del tiempo o que se extravió una mascota, pero cuando se trata de informar la verdad son “un servicio al sobre”, emitido por El Dueño Del Carro.

Para que el voto cambie algo hay que agarrar la pala.

La pala de punta.

Cavar bien hondo, remover la tierra y sembrar de nuevo.  

Hay que cambiar los hitos geopolíticos y el sistema educativo.

Y lo esencial: inculcar la educación identitaria.

No se ama ni se defiende lo que se ignora.

Si no sabés quién sos ni de dónde venís, no podés amarte.

El latinoamericano de piel morena no es tu enemigo, es tu hermano.

Papá Sistema te cambió el moisés cuando naciste, y cagaste.

Emma tiene razón: “Si El Voto Cambiaría Algo, Sería Ilegal.”

Porque mientras no se cambie desde abajo,

el voto solo sirve para cambiar a los de arriba.

Y los zapallos ahí, bamboleándose en carro ajeno.-